Wilson nos relata en este capítulo algunas historias de mujeres que en su desesperación por encontrar a su "caballero de brillante armadura" han interpretado sus sueños como revelaciones divinas y lastimosamente se han equivocado.
En esta desesperación muchas mujeres solteras se han formulado la siguiente pregunta, nos relata Wilson, ¿Debo involucrarme activamente en la búsqueda de un esposo o debo esperar a que el me encuentre?
Vaya pregunta! En los tiempos en los que vivimos esa pregunta puede sonar de chiste para muchas mujeres, es ahora tan frecuente que con la "liberación femenina" muchas crean en la idea de "¿por que esperar a que el me busque, si yo puedo ir por el?" El enfoque de Wilson esta basado en La Biblia y mi opinión es que es una respuesta muy clara. Proverbios 18:22 dice:
El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová.
Esta claro que Dios le dio al hombre el desafío de buscar a su esposa. ¡No le dio a la mujer el desafío de buscar esposo!
El objetivo de Wilson en su libro es que permitas que Dios te moldee y así el Señor pueda presentarte a tu esposo.
Debes tener una relación muy fuerte con Dios para confiar en su palabra y dejar en sus manos la situación en lugar de salir de cacería en busca de tu futuro esposo, y muchas veces es en los lugares más inadecuados donde más fervientemente muchas mujeres enfocan esa búsqueda. Entonces, para mi esta claro cual debería ser el primer paso, como Wilson nos dice "debemos empezar por desarrollar nuestra relación con Dios", debemos fortalecer esa relación que nos permita depositar nuestra confianza en El.
Salmos 37:4 Deleitate asimismo en Jehová, y el te concederá las peticiones de tu corazón.
Como, en mi caso, yo ya tengo un esposo a mi lado desde hace 17 años, digamos que enfocare de forma un poco diferente este capítulo; confió en que mi esposo es el príncipe azul que Dios escogió para mi y ahora la petición de mi corazón es vivir un "felices para siempre" a su lado.
Bien, como mi confianza esta puesta en Dios, me deleitare en el y se que el concederá las peticiones de mi corazón.
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